¿Quien Soy?

Pregúntate en tu mente: ¿Quién soy yo? ¿Qué es esta vida nuestra y qué es esa muerte que nos acecha? Seguramente estas preguntas te conducirán al discernimiento. Cuando, reflexionando sobre la condición de tu mente, llegues a conocer tu verdadera naturaleza, permanecerás imperturbable tanto ante la alegría como ante la pena, y serás firme como una roca. 

A los desapasionados se les honra como a los más afortunados de los hombres, y quien conoce esta verdad conserva el contento interior y es un sabio.

Las grandes almas evitan preocuparse de las cosas exteriores para poder contemplar la pura luz del Espíritu supremo en su propio interior. Hasta que no te hayas liberado de los desvelos por tus fruslerías particulares no podrás tener ninguna visión del Espíritu universal. Sólo tras la desaparición de todo interés por el mundo el Espíritu trascendente se da a conocer. 

Deshazte de todo sentimiento hacia las cosas particulares y tendrás un conocimiento de lo que es universal; empezarás a comprender al Atman que lo engloba todo. 

Sólo a condición de empeñarte en conocer al supremo Espíritu de todo corazón y con toda la mente y de sacrificar en esa búsqueda cualquier otro objeto o intención se convierte en posible conocer ese Espíritu en Su plenitud. Todos los objetos visibles que parecen ligados por el hilo de las causas y de los efectos son creación de la mente, que los mantiene unidos como el cordón sujeta las perlas de un collar. Aquello que permanece tras la disolución de la mente y de sus cuerpos creados en sólo Atman, que es el Dios supremo, Aquel que es más exaltado que todo.’

Ni el mundo es tuyo ni tú eres de este mundo; no confundas lo falso con lo cierto. Nunca alimentes en tu mente la idea falaz de que serás dueño de grandes bienes y de cosas agradables, porque tú, como esas cosas, existes para el deleite del Creador supremo y Dueño de todo.

A menos de que el bien de todos no se convierta en tu propio bien, oh Rama, no harás más que añadir trabas a tus pies. Incluso el bien de tu Imperio es ilusión si es exclusivo y está separado del bien de todos los seres.

Adora al Siempre-Misericordioso, al infinito Amor, como si se tratase de tu propia mente, y permanece en la paz dando paz a todos.»